El temido diapasón. Curvatura y trastes.
Bien, en esta
entrada del blog vamos a describir cómo conseguir un maravilloso diapasón.
Quizá la parte del bajo que requiere de más precisión y cuidado. Aquí es donde
las vivirán las cuerdas y donde las tocaremos, de manera que hay dos aspectos a
tener en cuenta por encima del resto:
1.- La curvatura
del diapasón, para que sea cómodo de tocar.
2.- La distancia
entre los trastes para que las notas suenen siempre afinadas.
Curvando el
diapasón:
Si os fijáis, las
guitarras y bajos eléctricos tienen el diapasón con cierta curvatura. No son
planos. A diferencia de las guitarras españolas o flamencas, que sí tienen el diapasón
plano. Bien, la duda es siempre cómo conseguir que el diapasón tenga una
curvatura igual a lo largo de toda su longitud. La solución es sencilla, a la
vez que complicada.
Necesitamos un
taco con la curvatura adecuada. La curvatura del diapasón se representa
mediante pulgadas. Cuantas más pulgadas, más plano resulta el diapasón. De
manera que tenemos diapasones muy curvos desde 7.25” a muy planos, de 16”. Esto
es cuestión de gusto, en mi caso opté por 16”, por ser lo más estándar y lo
menos arriesgado. Además es un bajo, y se supone que los radios pequeños son
para hacer acordes y en un bajo los acordes son cosa rara (a no ser que seas la
muy bueno tocando, que no es mi caso).
Qué hacemos?
No os preocupéis
de hacer un taco perfecto... Al fin y al cabo lo importante es que sea
simétrico, pero francamente, no importa si en vez de 16” conseguimos 15.9” o
16.1” Recordad que estamos haciendo un bajo, no instrumental médico. Vaya, que
no os obsesionéis.
Taco cóncavo de 16" radio |
Aquí vemos una
foto de cómo queda el taco con el papel de lija colocado. Ahora es cuestión de
pasarlo por encima del diapasón unas cuatro mil veces hasta lograr el efecto
deseado. Recomiendo usar una lija muy gorda al principio para lijar lo más
posible, y en cuanto veamos que estamos lijando por el centro del diapasón (es
decir, cuando ya hayamos hecho la mayor parte) cambiar a una lija fina para
darle un suave final.
Como veis en la
foto, apenas se nota visualmente que haya curvatura... pero luego a la hora de
tocar lo agradecerás.
Lo rojo representa la parte curvada |
Aviso que esto
tiene bastante trabajo, el diapasón es normalmente de ébano, que es una madera
muy dura y con un grano muy fino. Es incluso divertido porque al lijar se pone más
caliente que el cenicero de un bingo y en ocasiones verás que sale humillo y te
sientes una especie de Tarzán de la luthería. Great success!!
Al final pásale
un pañito hasta que reluzca. Sentirás una sensación extraña al ver el brillo. Esta
sensación se llama amor.
2.- Ahora a por
los trastes.
-Trastes. Ríos de
tinta se han escrito sobre los trastes... más gordos, más finos, con forma
triangular, con forma de pepino... yo me compré estos, y ya está. No me calenté mucho la
cabeza... normalmente lo estándar es lo menos riesgoso, y prefiero no jugármela
en cosas que no conozco.
-Distancia de los
trastes... os pongo este pdf para que veáis las distancias a respetar en un
bajo de escala 34”. Os aconsejo imprimir este plano a escala 1:1 y colocarlo sobre el diapasón e ir marcando las líneas de los
trastes con un cuchillo.
También puedes pillar el autocad y modificarlo al
gusto: descargar autocad
Todas estas medidas
están sacadas de aquí.
Yo lo hice de esa
manera y fue una buena idea, porque además de dejarla marcado a fuego (a
cuchillo), la ranura que hagas ahora con el cuchillo, vendrá bien luego como
guía para colocar la sierra.
-Sierra o
serrucho de costilla.
Tendrás que serrar
uno a uno las zanjas donde colocar los trastes. Asegúrate que el ancho de la
hoja del serrucho es el mismo que el ancho de la parte del traste que irá
alojada dentro de la zanja. Es probable que tengas que comprar un serrucho a
medida sólo para esta operación. Pero no hay alternativa.
Procura utilizar
una guía para serrar, de manera que no cometas ningún error.
No es necesario serrar
realizando una zanja que siga la curvatura del mástil, aunque sí es
recomendable hacerlo un poco a ojo, para evitar que haya demasiados espacios
internos vacíos.
Procura hacer la
zanja un milímetro o dos más profunda que el traste, de manera que la cola sobrante
se derrame hacia afuera.
Bien, lo
siguiente, una vez tengamos las zanjas preparadas, es cuestión de ir recortando
los trastes al tamaño aproximado, para que no sobre demasiado (más adelante
tendremos que limar) y darles con la mano la curvatura adecuada. Aconsejo
dejarlos un poco más curvados que el mástil, para que al colocarlos se expandan
hacia los lados.
También es
aconsejable limar la parte que vemos marcada en amarillo en la foto. Así no
será visible una vez colocado el traste. Es una cuestión visual.
Siguiente paso:
Preparamos una
cola mezclada con serrín de diapasón. De manera que tendrá el mismo color del
diapasón y será más efectiva (eso creo). Echamos la cola en la zanja, después
de protegerla con cinta para que no se nos manche todo el diapasón. Colocamos el
traste, y si no entra empujando con la mano, le metemos unos suaves golpes con
un martillo de goma.
Ale, que con fotos entra mejor: (pincha en las fotos y las verás en HD)
Colocamos una sujeción para que se mantenga bien amarrado el traste mientras se seca la cola y nos vamos a cenar, porque la cola tarda unas cuantas horas. Yo logré hacer 5 o 6 cada día, por límite físico de sujetadores, pero sino los habría hecho todos el mismo día.
El siguiente paso
es limar los sobrantes, para lo cual, pondremos cinta protectora como se ve en
la foto, y con una lima suave iremos quitando el sobrante. Y con un papel de
lija le daremos el último toque para que queden los trastes biselados.
Se recomienda
incluso pasar suavemente otra vez el taco que hicimos por encima de todos los
trastes con lija muy fina para igualarlos.
Y ya está. Ya tenemos el temido diapasón.
Como veis no era
tan difícil.